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Un Mundo Insolente

De esta trinchera independiente llega otra edición secreta: UN MUNDO INSOLENTE. En Londres las protestas se intensifican ante las puertas del Tate Modern. En Buenos Aires, una chica descubre que la vida funciona a la perfección. La novela de 278 páginas está disponible en formato físico o e-book. El envío del formato físico es GRATIS para Argentina. Al finalizar la compra serás dirigido a un formulario para completar tus datos de envío.


Te dejo un extracto de la novela:


En un salón de eventos del segundo cordón del conurbano bonaerense, Druscilla, de catorce años, se largaba a llorar frente al dueño del salón tras haber discutido con su madre sobre la opción de reemplazar el básico panqueque por el no tan básico volcán de chocolate. La madre había sido firme desde el principio: la opción del volcán no era precisamente una opción. Estaba fuera del presupuesto, que por otra parte ya habían sobrepasado con creces cuando en un cotillón cercano a Plaza Miserere llenaron diez bolsas con los objetos más brillantes que encontraron para el carnaval carioca. El dueño del salón había presenciado réplicas de esa misma escena demasiadas veces, y presenciaría aún más a lo largo de su vida —era parte de su trabajo—, pero la madre de Druscilla sentía la vergüenza crecer, alimentada por la impotencia que le generaba el deseo de darle a su hija el cumpleaños que soñaba y las limitaciones que imponía su economía de clase media-baja. La cara de Druscilla, congestionada e iluminada por el llanto, le hacía sentir el costado cruel de la vida y la envolvía con el peso de un fracaso insoportable. La mujer repasaba números en su cabeza tratando de encontrar alguna ecuación que le permitiese acceder al volcán de chocolate. Pero esa ecuación no existía. Ya se había visualizado haciendo todas las horas extras a su alcance en el colegio en el que trabajaba, y reduciendo los gastos a lo mínimo indispensable durante algunos meses, pero aun así era imposible, gradualmente se habían ido excediendo mucho más allá de sus posibilidades. En medio de los jadeos de Druscilla, su madre habló, intentando sin éxito contener sus propias lágrimas. «Está bien, sí, sí, está bien, el volcán de chocolate, ¿por qué no? Después de todo… hace una diferencia el volcán. Sí, elegimos el volcán de chocolate».

En cuanto su madre terminó de hablar, el llanto de Druscilla se intensificó al punto de transformarse en convulsiones incontenibles, en estertores plagados de moco y de sal. La madre no lo entendía entonces ni lo entendería más adelante, pero su hija, sin dejar de llorar en ningún momento, ahora lo hacía por motivos tan diferentes como la vida y la muerte. El mundo acababa de bombardear su inocencia y Druscilla sufría como nunca antes en su corta existencia, mientras su madre repetía cada vez más desesperada: «Vas a tener el volcán, hija, vas a tener el volcán de chocolate».


Podés comprarlo en versión física o e-book haciendo click acá


(#literaturacontemporanea #unmundoinsolente)


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